Aspectos sociales y económicos en pandemia: Una mirada desde los protagonistas

noviembre 15, 2021
MF Economía
Aspectos sociales y económicos en pandemia: Una mirada desde los protagonistas

La región de América Latina ha sido la más afectada por la pandemia. Los indicadores sociales y económicos muestran un importante deterioro, al considerar que ya arrastraban importantes déficits. 
Sin embargo, pese a lo anterior, el funcionamiento sociopolítico se mantiene sin alteraciones significativas. De hecho, el Informe Latinobarómetro 2021: Adiós a MACONDO señala que, la democracia se mantiene estable dentro de su estado de malestar. A decir, enfrentando una triple crisis: la política de larga data, la sanitaria y la crisis económica con una fuerte recesión, generadas ambas, por la pandemia. La pobreza y desigualdad en este estudio se considera como parte característica de la región, ya que representa una crisis que se ha vuelto permanente. 
En la misma línea, el organismo hace un llamado a las autoridades para revisar, a más de un año de la crisis sanitaria, el esquema y los componentes de conducción de los países basados en las nuevas demandas de la población. 
El estudio, según referencias del documento midió el ánimo de los ciudadanos de la región después de la primera ola de la pandemia, en los albores de la llegada de la segunda y con la promesa de la política de inoculación. Además, en un contexto donde la pobreza ha aumentado en alrededor de 50 millones, es decir, arrastrando a miles de personas y familias en condiciones de vulnerabilidad. 
Existiría una aparente convergencia de objetivos en los países latinoamericanos, es decir, la universalización de metas como el desmantelamiento de las desigualdades, y la mantención del orden público y la seguridad ciudadana. Dos elementos que conforman un piso para empezar a protestar por mayor acceso a derechos, más igualdad ante la ley, niveles de protección y garantías sociales, enfatiza el documento. 


•    Principales resultados para el Paraguay
En el indicador de apoyo a la democracia, el informe del Latinobarómetro muestra que para el caso de Paraguay no ha evolucionado como en otros países de la región. En el año 1996 el apoyo era del 59% y para el 2020 se ha reducido en 44%. No obstante, sí ha presentado un aumento de 4 puntos porcentuales (pp) al comparar con el 2018. Los países con la disminución más significativa entre 2018 y 2020 son Ecuador (-17), Colombia (-11), Panamá (-7), así como Venezuela (-6), Honduras (-4), Nicaragua y Argentina de 4 pp.  
Mientras que entre las naciones con mayores niveles de apoyo a la democracia en la región en 2020 figuran Uruguay (74%), Costa Rica (67%), Chile (60%), Argentina (55%), Bolivia (54%) y República Dominicana (50%). 
Se destaca que Paraguay lidera los países donde las personas han respondido que “En algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático”. La respuesta es del 24% cuando el promedio en Latinoamérica ser ubica en 13%. De hecho, el país junto con Colombia (52%) también se encuentra entre las naciones donde se afirma que la democracia tiene grandes problemas. El 60% lo cree en Argentina, 56% en Perú, 55% en Ecuador y 54% en Chile. Uruguay es el país con menos queja contra la democracia con un 19%. 
En Paraguay solo el 15% de los encuestados se ha mostrado satisfecho con la democracia en el 2020, al igual que en Venezuela y Honduras. 
De acuerdo con el estudio, los países no han experimentado cambios profundos ni significativos en lo que respecta al apoyo a la democracia con la llegada de la pandemia. Sin embargo, en todos los países se observa niveles más bajos de apoyo comparado con años anteriores. 
Se remarca que es equivocado afirmar que el estado de las democracias tenga vinculación con la pandemia. El impacto que ha tenido en los países se explica por la calidad (grados de debilidad) de los Estados, de las repúblicas, y finalmente también de sus democracias. 
Para el Latinobarómetro, la pandemia ha sido una significativa radiografía de la ausencia de servicios de salud adecuados fuera de los centros de poder, las capitales de los países.


•    Aspectos sociales y económicos: Una llamada a la reflexión y a la acción
Otro indicador de gran relevancia es el relacionado a la distribución de la riqueza. El informe refiere que 8 de cada 10 latinoamericano piensa que, tras un cuarto de siglo existe una ausencia de dispersión del poder y de la riqueza.
De hecho, los países más sólidos en apoyo a la democracia presentan las mayores quejas sobre la injusticia en la distribución de la riqueza: Argentina y Chile se destacan con apenas el 5%, en Venezuela el 7% y Paraguay con el 9%. En tanto en El Salvador donde, las dificultades democráticas son mayores, el 40% cree que ésta es justa. 
Además, en Paraguay más del 80% de las personas tiene una percepción de injusticia en el acceso a la educación, salud y justicia, solo por debajo de Chile.
El parámetro que mide el fraude social ubicó a Paraguay (36%) levemente por encima de la respuesta dada en promedio en Latinoamérica donde el 35% dijo que simuló estar enfermo en el 2020 para no ir a trabajar. Esto aumenta a un máximo de 44% en Uruguay y tiene como mínimo un 20% en Chile. Este es uno de los pocos indicadores en que Uruguay se encuentra del lado incorrecto del comportamiento, remarca el informe. 
Paraguay encabeza los países donde existió un mayor porcentaje de personas que se benefició de un subsidio estatal que no le correspondía. El promedio en la región es del 21%, es decir, uno de cada cinco latinoamericanos y en Paraguay el 34% de los encuestados dijo conocer o haber escuchado que algún familiar o conocido obtuvo la asistencia estatal sin que le corresponda. Le sigue Argentina (29%), Costa Rica (26%), Perú (25%), Uruguay (24%) y Brasil (23%). 
Conforme al análisis del Latinobarómetro, el indicador está relacionado con la cantidad de subsidios que tiene cada país. Una nación con pocos subsidios puede aparecer bien en este indicador simplemente por tener pocos subsidios. Remarca que el fraude social es la puerta de entrada para la justificación de la corrupción. 
En la misma línea del fraude social, en Paraguay el 26% de los entrevistados tuvo conocimiento de que una persona se las arregló para pagar menos impuestos. En la región el promedio es de 26%, siendo Perú (34%), Costa Rica (33%) y Argentina (33%) los primeros países donde la práctica ha sido mayor en el 2020. 
Si bien la percepción de la corrupción en toda la región ha disminuido del 62% en 2016 a 57% en 2020, en muchos países aún es considerada elevada. Venezuela (75%), Chile (73%), Ecuador (72%), Paraguay (70%) y Perú (70%) encabezan los países que perciben el aumento de la corrupción. 
En Paraguay el progreso en la reducción de la corrupción es mínimo (13%), incluso se encuentra muy debajo del promedio en la región del 29%. Solo en el Salvador se cree que existe un progreso en el mencionado indicador.
Para el organismo varios son los factores de incidencia como la capacidad de los Estados en el inicio de la lucha contra la corrupción, el aumento de la transparencia, o los intentos de aumento de esta, lo que ha llevado al incremento de casos de corrupción tratados a la luz pública.
En lo que respecta a los reclamos por el cumplimento de las políticas públicas, la disposición a protestar en educación y salud aumenta de 6,3 en una escala de 1 a 10 donde 1 es nada y 10 es mucho a 7,3 entre 2013 y 2020. La misma escala se observa en salarios y condiciones de trabajo donde la disposición aumenta de 6,0 a 6,4 en similar período, señala el informe. 
En los mencionados indicadores, Paraguay lidera el grupo de países donde existe mayor disposición de las personas a sumarse a las protestas. Incluso por encima de naciones como Brasil, Perú y Chile. De hecho, en Paraguay, el 84% está de acuerdo con las protestas, en Chile el 71% y en el Perú el 65%. En El Salvador y Guatemala, los países donde menos acuerdo hay con la protesta, el indicador alcanza el 34%. A decir, en diez países de la región, el 50% o más está de acuerdo con las protestas.
Otro resultado a destacar es el vinculado a la recepción de ayuda del Estado antes de la pandemia. En promedio, el 13% de los latinoamericanos no lo recibía y durante la crisis sanitaria el porcentaje aumentó a 38%. En Paraguay pasó del 8% al 40%.
Así, los países donde hay un menor aumento de la ayuda social antes y durante la pandemia son Nicaragua, México, Venezuela y Ecuador, mientras que en aquellos donde hay más diferencias figuran El Salvador, Bolivia, Panamá y Chile. 
El informe refiere que, si se observa la ayuda del Estado en los citados países y la disposición a protestar, se puede concluir rápidamente que las protestas están retenidas por la ayuda del presente y la pandemia, pero no existe ninguna seguridad de que una vez que estas desaparezcan, no se registren nuevamente levantamientos populares.
En tal sentido, recuerda que durante la crisis de 2008-2009 no fue sino hasta que se acabaron las políticas económicas contracíclicas en 2010, que empezaron las protestas, iniciando la década más convulsionada desde el retorno a la democracia en América Latina.
En cuanto al indicador de la existencia de suficiente comida para alimentarse durante la pandemia, se destaca a Paraguay con el porcentaje más bajo de 9% cuando a nivel regional se observa es del 30%. Es decir, solo en Paraguay y Chile se sintió la menor falta de comida en 2020, año de la pandemia. Mientras que en Venezuela el 54% acusa falta de alimentos, seguido de Guatemala y República Dominicana (40%), Nicaragua (38%), Perú (37%) y Argentina (36%). 
Es de recordar que cuando la pandemia obliga al Gobierno de Paraguay a disponer restricciones sociales desde mediados de marzo del año pasado, los efectos sociales y económicos no se hicieron esperar. El cierre de empresas y las consecuencias en el empleo comenzaron a marcar números negativos. La asistencia del Estado, en cierto momento, mitigó la caída de ingresos de las familias y el campo, se convirtió en un seguro de desempleo para otras miles de personas que habían quedado fuera del mercado laboral y ante tal situación se vieron obligadas a volver a sus hogares en el interior del país.
Con estos principales resultados del Informe Latinobarómetro 2021: Adiós a MACONDO se puede tener una aproximación del impacto y los desafíos que representó y representa la pandemia para las personas que residen en Paraguay. 
Los datos se convierten en información más que relevante para una mejor y mayor focalización de las políticas públicas en post de la recuperación social y económica en medio de la aún incertidumbre que vive no solo el país, sino el mundo. 
Las ya saturadas cuentas públicas deben sortear las nuevas demandas surgidas con la crisis sanitaria, así como el desafío de asistir con programas y proyectos a los agentes económicos en el mediato plazo. Por tanto, el esfuerzo en esta etapa de la pandemia se complejiza aún requiriendo de manera urgente estrategias que se traduzcan en el bienestar general de la población. 
 


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